domingo, 12 de mayo de 2013

DECALOGO, DE LA ACCION POLITICA.


DECALOGO DE LA ACCION POLITICA.

  1. Toda acción política parte de una idea y es concebida por la voluntad grupal. No importa si esa voluntad es mayoritaria o minoritaria. Simplemente debe existir y debe ser conocida por los demás.
  2. Toda acción política, debe tener entidad propia y para ello es necesario que el líder la convierta en una aspiración mancomunada de sus seguidores y adherentes.
  3. Toda acción política debe generar efectos. Estos pueden ser  positivos o negativos. Pero debe necesariamente movilizar las emociones, tanto del  rival, como las emociones de la comunidad política no partidaria.
  4. Toda acción política requiere, para generar efectos, de un plan estratégico que sostenga las consecuencias generadas. Las consecuencias generadas siempre deben ser previstas y concienzudamente analizadas por los actores.
  5. No hay acción política que no surta efectos. La acción política es por orden natural, aquello que da vibra a las ideas. Las ideas nacen del pensamiento y son abstractas, hasta que la acción política las convierte en el efecto que da lugar al acto o al hecho deseado. Ese hecho o acto es la consecuencia prevista por el actor político. 
  6. La acción política debe ser un ejercicio que no puede hacer huelga. Si se interrumpe el ejercicio por mucho tiempo, se perderá la musculatura del grupo y por ende, se debilitará.
  7. Quienes tengan vocación política y la quieran desarrollar,  deberán someterse a las reglas formales e informales de esta.  Pero hay que saber que de todas las reglas que existen en la acción política, existen dos que son indispensables, la primera es que toda acción política debe generar efectos y la segunda es que la acción política debe ser permanente y sostenida. Si no se cumplen estos dos requisitos, estamos hablando de acciones aisladas que serán muy poco consideradas por la comunidad política.  Es decir, que no estaríamos  hablando de un actor político comprometido con papel protagónico en la vida política de una comunidad.
  8. No todas las acciones políticas deben materializarse. La materialización quedará supeditada a la importancia y naturaleza de la acción. Si la acción política se destina, sólo, a debilitar al adversario no será necesaria la materialización. Pero si la acción política consiste en una propuesta o promesa que se le dirige a la comunidad no partidaria, esta debe materializarse inexorable e indefectiblemente.
  9. Hay que tener en cuenta que la acción política es la herramienta fundamental de todo actor político. Las acciones políticas se pondrán en tela de juicio a la hora de toda elección democrática. Con lo cual, se puede concluir que la acción política define la identidad de todo actor político. 
  10. Todo actor debe definir y defender su acción en el terreno político. La acción política debe ser un arte natural que identifique al actor, quien lo ejercerá sin mayores esfuerzos. Este al hacerlo inteligentemente, construirá un bastión de opciones que debilitarán al enemigo y se instalarán positivamente, en las mentes de los administrados. El secreto de toda victoria esta regido por la calidad de la acción. No hay que olvidar que la acción política, así llamada, también consiste, en equilibrar las acciones propiamente dichas. Es decir, que una acción política efectiva,  también puede consistir en  ignorar la acción propuesta por el contrario. La evasión es un método efectivo en muchos casos. Será entonces la decisión del actor la que contribuya al éxito o al fracaso. Se dijo que la acción política puede ser una evasión o una acción directa, según el caso. Pero tanto los silencios como las manifestaciones deberán generar un efecto. Si no se producen efectos, ante una evasión o una manifestación estratégicamente procurada, no hay acción política. No olvidar que la acción política es el espíritu de todo movimiento.